Por: Pedro Carrera Moronta
Luego de finalizado el partido, la gerencia de los Tigres del Licey decidió despedir al dirigente Tim Tolman y al coach de pitcheo Mark Brewer y en su lugar colocaron a Héctor de la Cruz y Ricardo Aponte como manager y coach de pitcheo respectivamente.
Al momento de ser designado como manager, De la Cruz se desempeñaba como coach de bateo del equipo azul, dirige el conjunto doble A de los Diamondbacks de Arizona, mientras que Aponte trabajaba con los lanzadores en el bullpen, tanto en el Licey así como en el combinado de los Nacionales de Washington.
Nelson Figueroa Lanzó la ruta completa y enfrentó 36 bateadores, permitió 7 hits, otorgó 4 boletos gratis, ponchó 5 y le anotaron 4 carreras limpias, a la ofensiva, Rafael Furcal fue el hombre grande al batear de 4-2 con un cuadrangular dentro del parque con dos a bordo, anotó una y remolcó cuatro.
Alberto Castillo, que no vio acción en los partidos anteriores bateó de 4-3 con tres carreras producidas, una anotada y una base por bolas, Luís Polonia tres indiscutibles en cinco oportunidades pisó el plato en dos ocasiones e impulsó a un compañero.
Las carrera del equipo cibaeño llegaron a partir de la segunda entrada Mendy López y Víctor Díaz dispararon hits, luego una línea de Polonia que le en guante al pitcher y se fue al jardín derecho anotando López y Díaz, Alberto Castillo conectó hit remolcador, Chris Roberson recibió boleto y Furcal impulsó con imparable al prado izquierdo.
Durante la novena entrada, Michael Hernández, que sustituyó a Díaz, Polonia y Luna se embasaron por hits contínuos, llenando las almohadillas, Castillo negoció boleto gratis forzando la anotación de Hernández y Roberson remolcó con rodado al short stop.
Por los Tigres, Armando Ríos anotó dos de las cuatro carreras azules, bateó de 3-1 con una base por bolas, José Offerman de 4-1 con 2 impulsadas; en la cuarta entrada los corredores liceístas fueron atrapados en las bases, además de un desafortunado toque de pelota en conteo de dos strikes de Erick Aybar con un corredor en la segunda base sin out apagaron un posible rally contra el lanzador de las Águilas, Nelson Figueroa.
Con las 12 carreras del partido los bates aguiluchos han anotado 38 contra el pitcheo liceísta, conectaron 53 imparables, incluyendo 6 vuela cercas, mientras que sus pitchers solo permitieron 10 carreras y 23 hits de la ofensiva azul en tres partidos iniciales de la serie final.
La serie se traslada hoy al estadio Cibao, hogar de las Águilas, donde el Licey tiene un doble reto por delante, salir del hoyo en que se encuentran para superar al contrario en su propio terreno, y, adaptarse de un día para otro a un nuevo dirigente y coach de pitcheo, como dirían el argot popular dominicano, “que Dios los agarre confesados”
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